De Luis Rojas Marcos:
Hay experiencias que dejan huella, repercuten en nuestra identidad, moldean nuestra personalidad y, en gran medida, guían nuestro destino.
Y no perdamos de vista que, para el común de los mortales, lo más importante del mundo es uno mismo.
Una cualidad fascinante de la memoria es el poder de ordenar, moldear y reformar los datos y acontecimientos que almacena el pasado y hacerlos coherentes con nuestra perspectiva del presente.
Una conciencia tranquila es siempre síntoma de mala memoria. ¡Bendita la mala memoria!
Las personas que no recuerdan el ayer tampoco sueñan con el mañana.
El exceso permanente de adrenalina deteriora la memoria.
Es indudable que nuestro estado de ánimo es el factor más importante a la hora de determinar la dimensión agradable-desagradable o positiva-negativa de las cosas que rememoramos. El tono emocional y los recuerdos son siempre coherentes, afines. Un estado de ánimo positivo estimula los recuerdos placenteros y bloquea os desagradables. Por el contrario, las personas que se sienten tristes tienden a desenterrar preferentemente los infortunios y a pasar por alto los momentos dichosos. Al reflexionar sobre la vida pasada, quienes tienden al pensamiento positivo emplean una mayor dosis de comprensión consigo mismos que los pesimistas, se consideran con mayor frecuencia exentos de culpa por sus errores y tienden a pensar que, en retrospectiva, hicieron lo mejor que pudieron. En cuanto a su perspectiva del futuro, se inclinan a predecir eventos favorables y a considerar que serán beneficiados por ellos, mientras que las personas con tendencias agoreras son más propensas a recordar infortunios o a anticipar que un día serán víctimas de ellos.
Olvidar es indispensable. Nos permite vivir y tomar decisiones en el día a día y concebir el futuro sin sentirnos atados al pasado.
Los seres humanos tendemos a eliminar de la conciencia las experiencias desagradables y, sobre todo, las atrocidades que nos traumatizan emocionalmente. Aun así, en la mayoría de los casos la desgracias no se dejan enterrar para siempre. Muchos dramas fascinantes están basados en los efectos de tragedias olvidadas o reprimidas durante años [...]
Imaginemos una existencia sin recuerdos, sin sentido del tiempo ni del espacio, sin conocimientos, en la que los sonidos, las imágenes, los olores, los símbolos, las ideas y las cosas reales no tuvieran significado. Una vida sin recuerdos, en la que cada minuto tuviéramos que aprender quiénes somos y los seres más queridos nos pareciesen extraños [...]
Por su parte, los familiares y amigos no solo pierden a una persona que conocían y querían, sino que, además, tienen que soportar la amargura y la impotencia que suponen convivir con alguien que, a todas luces, ya ha muerto.
Ahí está la maldición del Alzheimer, la fatal dolencia que da lugar a la atrofia progresiva del cerebro como consecuencia de la muerte incontrolable de las neuronas y la invasión de la materia gris por una sustancia blanquecina y pegajosa denominada "amiloide" que se deposita entre las neuronas y las destruye.
(Del Alzheimer hablaré en mi próxima entrada, donde publicaré un capítulo entero de este mismo libro hablando de dicha enfermedad)
Con el paso del tiempo, el futuro se contrae, el presente se transforma rápidamente en pasado y el ayer se revaloriza.
Está demostrado que la inteligencia, el talento para la música, la danza y el deporte, la curiosidad, la inclinación al pensamiento positivo o negativo y la capacidad de adaptación, dependen en gran medida de nuestro equipaje genético. Aunque la memoria tampoco se libra de este influjo.
Los seres humanos no solo nacemos, sino que también nos hacemos. A las pocas semanas de venir al mundo ya empezamos a adaptarnos a las condiciones del entorno. Un ambiente familiar seguro y estimulante nutre la confianza, la curiosidad y la tendencia a explorar, lo que fomenta el ejercicio de la memoria.
Las relaciones gratificantes, independientemente del tipo que sean, constituyen un antídoto eficaz contra todo tipo de adversidades.
El cerebro es el centro de mando que dirige todas las actividades del ser humano. Su trabajo es tan colosal que casi la mitad de los veinte mil y pico genes presentes en nuestro mapa genético o genoma están relacionados con algún aspecto de éste.
El cerebro no es sensible al dolor, cuando nos quejamos de dolor de cabeza lo que realmente nos duele son las arterias, las envolturas del tejido cerebral o meninges o los músculos que se fijan al cráneo.
Para saber en realidad cómo funciona la memoria humana es preciso entender el cerebro.
Frases de distintos autores:
La memoria es el diario que llevamos con nosotros a todas partes.- Oscar Wilde (En su obra "La importancia de llamarse Ernesto", 1895)
Estar seguros de que al despertarnos cada mañana somos la misma persona que se fue a dormir la noche anterior.- Gordon Allport (psicólogo)
Vemos el mundo según el color del cristal con que los miramos.- Ramón de Campoamor
¿Nunca te has sorprendido de que la vida sea todo memoria, excepto el momento presente, tan fugaz que no lo puedes agarrar?.- Tennessee Willians
Conocimiento es poder.- Francis Bacon
Las ideas no duran mucho, hay que hacer algo con ellas.- Santiago Ramón y Cajal
Lo que es demasiado doloroso recordar, decidimos simplemente olvidar... Porque es la risa lo que recordamos, siempre que recordamos como éramos.- Barbra Streisand
Con el tiempo, el libro de la vida se va espesando hasta que no se puede leer completamente. Entonces viene la elección. Unos leen las primeras páginas para conocerse de niños, otros prefieren leer el final para conocerse de mayores. Algunos se olvidad de casi todo [...] les da igual si ayer fueron ricos o pobres, instruidos o ignorantes, orgullosos o sencillos, cariñosos o fríos. Estos hombres y mujeres [...] aprenden a vivir sin rencor en un mundo sin recuerdos.- Alan Lightman en su relato "Los sueños de Einstein".
Lo nuevo muere antes que lo antiguo.- Théodule-Armand Ribot
Olvidar es tan importante como recordar. La sensatez de este concepto es evidente. Si tardásemos lo mismo en reproducir un suceso pasado que lo que ese suceso duró en su momento, estaríamos paralizados y estancados en un ayer permanente.- William James
Sencillamente, solo entenderemos como se guarda el pasado cuando conozcamos el cerebro.- William James
Algunas Notas:
La introspección es la capacidad que nos permite vernos interiormente, ser conscientes de nosotros mismos y considerarnos seres individuales.
La memoria espacial es la capacidad para retener los detalles del entorno y ubicarnos en lugares extraños.
Cuando retenemos con facilidad caras de personas que hemos visto brevemente solemos decir que tenemos una buena memoria fisonómica.
La memoria que se especializa en grabar y conservar las definiciones o los conceptos de las cosas, así como las connotaciones que damos a los símbolos y a las expresiones se conoce como memoria semántica.
Memoria motora: Son los conocimientos que adquirimos sobre cómo utilizar o manejar las cosas.
Parálisis del sueño: Se trata de una alteración provocada por la perturbación de la sincronización de las fases del sueño, que induce a la persona a despertarse segundos antes de recobrar la capacidad para moverse, con lo que experimenta parálisis y alucinaciones visuales. Aunque breve, la sensación de parálisis unida a visiones incomprensibles suele provocar un estado muy intenso de terror e indefensión.
Psicosis: Pérdida completa de la memoria encargada de guardar los hechos recientes, mientras que los recuerdos de algunos sucesos del pasado lejano se conservan relativamente intactos.
La insuficiencia renal y la cirrosis hepática causan estados agudos de amnesia, confusión mental y desorientación.
La esquizofrenia además de alterar la memoria, trastorna otras facultades de la mente, incluidas las emociones y la forma de pensar, de razonar y de interpretar la realidad.
Afasia: Se pierde la capacidad del habla, bien porque no se recuerdan los vocablos apropiados o porque no se evoca su significado.
Apraxia: Se es incapaz de llevar a cabo actividades motoras que se realizaban rutinariamente, pese a que la capacidad física para realizarlas está intacta.
Agnosia: No se reconocen objetos comunes, a pesar de que los cinco sentidos funcionan adecuadamente.
Narcolepsia: Crisis de sueño incontrolable.
Cuando el hipocampo se daña se distorsionan o se pierden tanto los recuerdos del pasado como la perspectiva del futuro.
Las experiencias que están cargadas de emoción se graban en la amígdala. Ésta es la parte del cerebro encargada de captar las señales de peligro, disparar la alarma biológica del miedo y transmitir la "alerta roja" que nos empuja a protegernos.
El hipotálamo es la parte del cerebro responsable de regular el estado de ánimo, la temperatura, el dolor, el sueño y el hambre.
Este libro posee una gran fuente de información y es uno de los libros que más han llamado mi atención, con lo cual os invito a leerlo y a reflexionar sobre nuestro estilo de vida. Y recuerda que para saber como funciona la memoria humana es necesario entender el cerebro.